Prioridades

Mañana a las 08.30h operan a mi pequeñaja de urgencia por una piometra que no responde a antibióticos.

Para los que no lo sepáis la piometra es la infección del útero, que suele afectar preferentemente a las perras. Es bastante frecuente en todas las que no han sido esterilizadas o han tenido una camada y puede complicarse con una perforación, saliendo el pus a la cavidad peritoneal (abdominal) y produciendo una peritonitis. Es equiparable a la peritonitis humana, que es potencialmente mortal si no consigue resolverse (y lo sé porque hemos tenido la desgracia de experimentarlo con mi padre en navidades. Todo salió bien, pero después nos enteramos de lo grave que podía haber sido).

Es asombrosa la capacidad que tienen estos enanos de hacer que pases de cosas que antes eran muy importantes para ti. Como puede ser un examen gordísimo y que llevas mal preparado el día 11.

Así que me toca pasarme más de la mitad de la mañana de mañana muerta de nervios por cómo saldrá la operación, y todo el día (y lo que queda de semana) pendiente de mi perra en el post-operatorio. Lo cual hace que terminar de estudiar o siquiera repasar para el examen sea prácticamente imposible.

Puede que alguien piense que soy imbécil por ello, pero yo tengo bastante claras mis prioridades. Para mí mi perra no es un peluche. Es mi compañera, mi amiga, mi hija.

Es mi pequeñaja. Y todo lo demás pasa a un segundo plano cuando ella está mal.

Ahora me voy a seguir intentando estudiar endocrino, porque dudo que mañana sea capaz de estar quieta mientras dure la operación.